Cuando una mujer se corta el pelo...

Es porque le da la real gana. ¡Oye! ¿Os sabéis refranes sobre hombres haciendo cosas? Estilo este de la mujer y sus pelos.
La cosa es que, como ya os dije en mi post anterior, harta de mi color strawberry blond, restos del pelirrojo, decidí recurrir a la peluquería.
Odio las peluquerías y esto no es algo nuevo. Voy de pascuas a ramos y casi nunca salgo contenta. Y no es cuestión de culpar a los propias peluqueros porque quizás en algunos casos como este, lo que pido de ellos no es tan fácil como parece.

Después de haber estado tiñiéndome de pelirrojo intenso durante al menos 2 años, pasé a teñirme con henna porque me la recomendaron. Obviamente, en cuanto la situación es irreversible, siento una imperiosa necesidad de revertirla, así que con la henna que es inquitable, decidí teñirme de rubio. Poco a poco mi pelo va cogiendo más y más color, pero ese tono anaranjado sigue saliendo.
Por eso decidí ir a la peluquería, para conseguir un tono más ceniza del que podía encontrar entre los tintes comerciales. La peluquera me convenció de que no quería un color gris y me puso uno castaño ceniza.
Pues oye del ceniza nada.
Además, terminé con las puntas tan destrozadas que me corté la mitad de la melena. Después de pagar el tinte del pelo entero, por supuesto.
En fin, que soy un cuadro de persona con esto del pelo.
Aunque el resultado es bonito, no es lo que quería... ¡Pero seguiremos intentándolo! #marinanoserinde

El mes que viene quiero teñirmelo de gris directamente, paso de castaños ceniza o rubios ceniza. De momento estoy usando tanto champú como mascarilla de cabellos blancos y platinos de Mercadona, que teóricamente evitan los tonos amarillos en el pelo. Si funcionará o no... Os lo diré en el futuro.

xx
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