Un año en esta vida

Hoy ha sido un día de descanso, de relax, de caminar por esta maravillosa ciudad que es Lyon. Una no puede evitar ponerse a pensar en qué ha sido el año cuando se acaba, ¿verdad? Decidme que no soy la única que lo hago.

Empecé el año triste. Muy triste. Deprimida. Enfadada. Me sentía, por muchos motivos, en las últimas en cuanto a autoestima y esperanza, a pesar de tener por delante lo que todos pintaban como un premio millonario: el erasmus.
El otro día Spotify me dijo cuáles habían sido mis artistas más escuchados en 2014 y no puede evitar ponerme a pensar:
- Eminem en invierno y primavera. Estaba llena de odio y aunque quería salir de la espiral en la que estaba metida, no me sentía capaz. Recurría a canciones que me hacían descargar todo lo horrible que sentía. No quería escuchar canciones tristes porque sentía que si me ponía a llorar no iba a ser capaz de parar. También estaba profundamente avergonzada de muchas de las cosas que me habían pasado. Me sentía ridícula en muchas ocasiones al contarle a la gente lo que me había ocurrido.


- 5 Seconds of Summer en verano. Qué apropiado. En verano ya había empezado mi recuperación. Me sentía en una curación continua. Saliendo de un trance, de una pesadilla. Me saqué el carnet de conducir y disfruté de la libertad, del aire en el pelo, de revisitar sitios que hacía tiempo que no veía, de la autonomía, estuve trabajando tanto que apenas tenía tiempo para pensar.
Seguía estando triste, pero me sentía mejor y sobre todo veía la luz al final del túnel. Podía llorar y lloraba. Pero estaba bien, al fin y al cabo. Tenía dudas y miedo de lo que pasaría a continuación.


- Coldplay en otoño. Comencé una nueva experiencia este otoño. Una nueva vida. Una nueva Marina. Otros tiempos, otro rollo, ¿sabéis? Quise recuperar quién era antes de que la vida hiciera lo que hace la vida en las personas. 
Y todo fue a las mil maravillas. Poco a poco y en sólo 3 meses siento que vuelvo a ser, al menos, un 70% de quien era. Pero más fuerte. Una superviviente. Todavía queda mucho camino por recorrer, pero un año de recorrido parece suficiente para decir eso que dice Taylor Swift de que "ten moths sober I must admit, just because you're clean don't mean you don't miss it"


Pero a pesar de todo, mi canción más escuchada durante este año es 'Always on my mind' de Elvis Presley. Supongo que hay cosas que una no puede evitar.

Hoy, visitando una vez más algunos de los sitios (que ya conozco) que más me maravillan de Lyon no he podido evitar pensar en cuán afortunada me siento de todo lo que me ha pasado en este año.
He cambiado muchísimo. He madurado, desde luego. He perdido muchas, muchas cosas por el camino. Pero he ganado taaantas otras.
Me siento, en muchos sentidos una persona nueva. Muy afortunada de haber pasado por todos los eventos que me han destrozado, porque de alguna manera esas cosas me han llevado hasta aquí. Estoy pletórica y espero que por las siguientes fotos entendáis por qué:







Ha sido un año sin parangón y no porque todo en él haya sido bonito. De hecho, casi 3/4 partes del año las pasé sumergida en la pena. Pero quizás eso lo ha hecho más especial. Al comienzo del 2014 me propuse ser feliz, aprender a quererme por mí, sin nadie más entre medias, desarrollar mis proyectos... Y todo ha ido bien. En un nivel de "bien" que no me hubiera imaginado. (Porque recapblog.com está en ese momento en el que puede presumir de 4.000 visitas diarias de media, con picos de casi 6.000 visitas en un día. Es que aún no me lo creo.)

Con todo esto quiero decir que de cada uno de los baches que pone la vida se sale. Y una vez se ha salido es increíblemente gratificante ver todo el camino que se ha recorrido. 
Parece un chiste, y más si estáis pasando por un mal momento, pero basta querer ser feliz para serlo. El esfuerzo que se puede poner en quererse a sí mismo, en ver las cosas positivas en los momentos negativos y en aprender a apreciar cosas de tu entorno que antes no apreciabas... Se recompensa enormemente, ¿por quién? Puede que os preguntéis... Pues por ti mismo, cuando por fin te das cuenta de que no necesitas a nadie que te salve, porque nadie te conoce como tú y nadie sabe qué es lo que realmente necesitas más que tú.
Y así, como pista inicial por si no ha quedado claro ya, diré que lo que realmente necesitas es a ti mismo.

Gracias a todos y cada uno de las personas que habéis conseguido que sonría a final de año. Todos sois partícipes de una manera u otra. Hasta el que menos se lo espera.
Gracias.
Muchas gracias.

#HappinessIsAChoice
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