Mis reglas de Tinder y otras polémicas de la soltería

Voy a empezar fuerte: hace unos 8 años que estoy soltera. Y tengo 28, así que podría decirse que llevo toda mi vida adulta así. Durante mucho tiempo he considerado esto una bendición, sobre todo viendo a parejas de amigos cuya relación me producía urticaria. Pero, ay… la pandemia. El confinamiento llegó y las prioridades de mi mundo se tambalearon, como supongo que le pasó a todo el mundo. La soledad abrumadora de esos casi tres meses en casa me ha costado muy, muy caro. Ahora me cuesta imaginar mi vida de aquí a un año, no me sale hacer planes, casi no tengo ni ilusión, siento que algo tiene que cambiar y no sé qué es, pero lo que resulta más fácil de señalar es la soltería. Un año y medio después de aquel 14 de marzo que estará para siempre grabado en mi memoria, una de las cosas que más ansío es encontrar pareja.

Ahora de repente me parece que mis amistades tienen romances ideales y que yo me quedo atrás porque ellos lo hacen todo juntos, desde las actividades más emocionantes a las más mundanas. Y yo voy con ellos voy al IKEA, al Alcampo, a lo que me pidan… porque ¿qué voy a hacer? ¿Buscar amigos nuevos? Los míos siguen cayéndome bien, simplemente me siento descolgada y ajena a su vida. Y me dan envidia sus rutinas, aunque sean las mismas que las mías pero en pareja




Pienso en cómo sería mi vida con un compañero a quien contarle cómo ha sido mi día al llegar a casa, alguien a quien abrazar y querer con fuerza. Alguien que juegue en tu equipo y quiera estar contigo incluso haciendo nada. 


Después de tantos años sin buscar pareja y sin encontrarla, evidentemente he dejado de creer en la falacia de que llega “cuando menos te lo esperas”. Así que en el último año y medio le he dado una nueva oportunidad a Tinder, porque esa idea de que tus amigos te presenten a alguien… los míos nunca la practicaron. No puedo mentir, ya he estado antes, pero siempre ha sido esperando que el amor cayera en mi regazo como por arte de magia, sin tener tampoco especial interés, solo por hacer algo y mantenerme activa. Como en la búsqueda de empleo.


Tu perfil de Tinder (aún no he probado Bumble porque me han dicho que hay el mismo tipo de gente) es como un currículum, pero en casos como el mío en el que no sabes exactamente qué buscas, solo un trabajo, es difícil adaptarlo a la situación. Ya he rechazado de manera radical esa idea de poner en mi descripción algo que creo que gustará y, sin miedo a sonar brusca, necesitada o desesperada, lo he puesto claramente: busco un novio. Y si eso les echa para atrás mejor, así me ahorro seis meses de “conocernos” en los que ellos ya tienen claro desde el mes uno que no va a ir a más.



Busco un novio, sí, pero soy consciente de que no decidiremos ser novios el primer día. Tampoco tiene por qué valerme sólo porque quiera ser mi novio. Porque os recuerdo: querer pareja no significa necesitarla. Tampoco quiere decir que no sepa estar sola.

Así que he ido redactando mis propias normas de Tinder, para descartar a maromos que ya sé que me van a dar problemas:

1. No habrá swipe left (equivalente a darle a like o buscar un match) a nadie que tenga una sola foto o varias fotos de lejos o solo fotos con amigos.


2. Ningún perfil sin descripción porque ¿quién quiere fijarse solo en lo guapo que eres? Además somos ya mayores para misteriosos y si no hay datos para empezar la conversación para qué empezarla. Si lo único que pone es su IG o su altura… más de lo mismo.


3. Es un NO claro si tienen algún tipo de comentario que pueda identificarse cómo hablar mal de otras mujeres. Ejemplos: “si eres de las que…” “busco una mujer de verdad”


Esta captura es real

4. Nadie cuya descripción esté formada por cosas básicas que le gusta hacer a todo el mundo. Ejemplo: “tomar algo con los amigos, pasear, Friends, los perros, Los Beatles…”


5. Los que todas sus fotos son de viajes y son muy obvias son un no. Viajar no es ninguna competición para hacerse con las estampitas. 


6. Si son ellos los que dan a match y no te hablan… bye. Si no tienen interés para qué molestas.


7. Si su primer mensaje es relacionado con el aspecto físico suelo dar otra oportunidad, pero ya está hecha la primera raya de la equis. 


8. Esta idea de que hay que quedar pronto y no arrastrar la conversación en Tinder está bien, pero el maromo tiene que entender si prefieres hablar más antes de arriesgarte. Y si no que se informe sobre por qué las mujeres tienen miedo.


Y podría seguir con las normas, pero estas son las básicas para los primeros pasos de la vida Tinder. Cuidado con los sujetos, porque hay mucho espécimen. Eso sí, parece que todo el mundo encuentra pareja por esta red social, así que ánimo, tendrás buena suerte: la mala ya me la llevo toda yo.

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